by @pepeconjerez
Hoy en Panorama abordamos el tema de la discriminación laboral. Lo vamos a hacer con Toño Abad (@antonioabadg), que nos va a contar algo sobre una encuesta que se está actualizando, que es de las pocas que se han hecho y de las más importantes, sobre la discriminación de las personas LGTBI en los trabajos. Es sindicalista y activista LGTBI. Director @ObservatoriLGTB y consejero del Consejo Económico y Social de España #UGT
La ley ha cambiado.
Mucha gente puede que no lo sepa, pero las empresas de más de 50 trabajadores tendrán que ser inclusivas por ley. Las cosas van a cambiar.
A partir de ahora, desde el 16 de febrero, que se aprueba la ley trans LGTBI, hay una cláusula, que es el artículo 15.1, por el cual las empresas de más de 50 trabajadores, como muy bien has dicho, pues tienen que implementar medidas, planificaciones de medidas, para el respeto de los derechos de las personas LGTBI, que es una novedad legislativa y que se va a tener que poner en marcha en todo el territorio, en todo el Estado y, por lo tanto, en todas las empresas, como digo, de más de 50 trabajadores.
¿Esto qué efectos prácticos tiene sobre el funcionamiento de la empresa?
Bueno, en realidad, lo que se crea es un ambiente inclusivo, donde el talento y donde las personas se puedan desarrollar libremente y no tengan que estar preocupadas de ocultar su orientación, de tener miedo a ser descubiertos en caso de que sus compañeros o sus jefes descubran que son LGTBI si no lo quieren decir y más ocupados de, precisamente, protegerse de esas violencias que vivimos en los entornos de trabajo, pues en lugar de estar ocupados de esos problemas, puedan desarrollar su talento y aportar a la empresa todas sus capacidades en igualdad de oportunidades que el resto de la plantilla. Porque lo que aquí sucede es que tenemos una problemática de violencia en los centros de trabajo que hay que abordar y es, de hecho, la última ratio, el último lugar que nos queda ya por conquistar a las personas LGTBI. Hemos conquistado la igualdad en los centros educativos, en los centros sanitarios, en la calle, en la igualdad social y nos faltaba la igualdad en el mundo laboral.
Toño, ¿cuál ha sido tu papel hasta ahora en todo el desarrollo legislativo de la norma?
Bueno, desde un principio, cuando nos llega la norma, la UGT, al sindicato, creemos que el ámbito laboral que regula la propia ley no está desarrollado correctamente. Son cláusulas o artículos que son muy programáticos, muy dispositivos, muy declarativos, declaraciones de intenciones de apoyar e instar medidas que luego sabemos que esto, en realidad, no se refleja, no tiene un reflejo en el mundo del trabajo porque al final sabemos que si no se obliga a que estas medidas entren en la negociación colectiva y entren en los convenios, quedan descolgadas muchas veces o quedan para las últimas fases de las negociaciones y siempre quedamos en las últimas páginas si es que aparecemos en algún sitio. Y al final, una vez recibimos la ley, creemos que hay que convertirla en una herramienta eficaz contra la discriminación, con esa lucha que creemos que tiene que llegar a todos los centros de trabajo. Y hacemos una propuesta, primero al Ministerio de Igualdad y al Ministerio de Trabajo, que es muy bien acogida, esto hay que decirlo. Es apoyada en un principio por el Gobierno, pero que finalmente tiene que ir a la tramitación parlamentaria para que sean los grupos parlamentarios quienes apuesten por introducir una enmienda al texto que se presenta y finalmente, el 16 de febrero, como digo, se aprueba con la enmienda que proponemos desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores, que creemos que es la vía correcta para garantizar la igualdad de derechos y de oportunidades en los centros de trabajo.
He leído, Toño, atentamente el estudio de 2020, creo que estáis inmersos en otro que estará listo en junio, según me dices.
Sí, efectivamente.
Alguna de las conclusiones a las que lleva el estudio, son espeluznantes, parecen casi increíbles. ¿Ese es el ambiente que hay en los centros de trabajo?
Claro, nosotros hicimos un estudio en 2020, como bien has dicho, y tienes allí la copia y puedes ver qué conclusiones y qué datos manejamos, que ahora mismo está en actualización porque creemos que hay que ver la evolución de estos datos, no vale con hacer una foto fija, que era importante porque es el primer estudio que se hace, además con un nivel altísimo de respuestas, pero necesitamos ver esa evolución y por lo tanto hemos planteado una segunda encuesta y aspiramos a tenerla a mediados de este año. Y los datos, como tú has dicho, son espeluznantes. Desde el punto de vista de los derechos en un estado social, esto es inaceptable.
Podríamos decir incluso que, según los datos que hemos obtenido, cuantitativos, podría ser una situación antidemocrática, es decir, no se puede ir a trabajar con miedo o no se puede tener estos niveles de ansiedad y de estrés e incluso de depresión por no poder visibilizar o por tener miedo a visibilizar tu orientación, con quién convives, quién eres, tu identidad en los centros de trabajo, porque además esto produce consecuencias que se pueden medir, es decir, hablamos de situaciones de discriminación directa, despidos, acoso, situaciones que son muy graves y que hay que abordar porque son o han sido hasta ahora una realidad absolutamente silenciada en nuestras empresas, en nuestros centros de trabajo y hay que abordarla con valentía y con medidas eficaces para garantizar precisamente que estas situaciones, primero, se puedan prevenir, segundo, si tienen lugar, si suceden, se puedan erradicar y tercero, que también si suceden haya herramientas para las personas que las sufren para no sufrir consecuencias como por ejemplo situaciones que hemos vivido y que hemos visto a lo largo de la elaboración de este estudio como trabajadores que denunciaban situaciones de acoso con compañeros y compañeras que eran despedidos, o sea, que tener a la disposición del trabajador y de la trabajadora herramientas para prevenir, para erradicar y para denunciar estas situaciones.
¿Y de esta línea qué otros datos destacarías del último estudio?
Bueno la principal cuestión es que existe un miedo a revelar tu orientación sexual y que crees que tu orientación sexual o tu identidad de género es un perjuicio a la hora de buscar empleo o de promocionar en él. En la primera encuesta el 84% de las personas consideraban que ser LGTBI era una desventaja, es decir, tenemos una auto percepción de nuestra situación a través de los ojos de las personas que han contestado precisamente este estudio, que prácticamente la totalidad concuerda que ser LGTBI es una desventaja y luego por otro lado las situaciones de violencia que hemos visto como hay una elevada tasa de violencia, insultos, que empieza generalmente esta violencia que llamamos LGTBI-fobia básica de fondo, situaciones que empiezan desde los insultos, los rumores, los comentarios respectivos hasta situaciones de violencia física, es decir, todo el ciclo de la violencia muy elevado, un 50 y tantos por ciento, es decir, una de cada dos personas confiesa haber vivido estas situaciones de violencia en los centros de trabajo y un 20 y tantos por ciento situaciones de violencia física.
Y en el caso de las personas trans, además hay que decir, violencia sexual con un 20% de personas que sitúan la violencia sexual una o más de una vez en los centros de trabajo como una problemática que es una situación que sinceramente tenemos que atajar, que desde un sindicato no podemos permitir que esto se produzca y menos que quede impune, o sea tenemos que situar precisamente que esto es un problema social que hay que abordar.
Fíjate que hoy hablábamos, Pepe, si me permites, de Federico García Lorca. En toda mi escolaridad estudié a Federico García Lorca en diversos momentos, jamás se me dijo que era homosexual, era un tabú. Y Federico García Lorca era homosexual y era un referente del movimiento homosexual por las libertades y por lo tanto ocultar esto en los currículos académicos me parece un disparate porque era su realidad, él era así y era uno más de nosotros y por lo tanto este tipo de cosas, que no tengamos referentes culturales, académicos, pues esto también lanza un mensaje a la gente que estudia, a los escolares y demás.
Pero qué bonito sería tener todavía hoy a Federico García Lorca y poder haber disfrutado muchos años más de él. Que la intolerancia, al final, fíjate que discutíamos esta mañana cuando hablábamos en esa conversación que tuvimos, de la gran pérdida que fue la de Federico García Lorca por sus ideas pero también por su orientación. Cuando le dispararon, uno de ellos dijo aquello de le he pegado un tiro en el culo, que es esa frase que ha quedado para la posteridad. Que esa intolerancia que además hoy vemos que vuelve otra vez a las tribunas, políticas donde se nos sitúa, que tengamos memoria y que esa memoria sea democrática precisamente para evitar que esto vuelva a pasar y que nunca más pase.
Muchas gracias por estos quince minutos Toño, estamos en contacto, ¿vale?
Muchísimas gracias a ti por la entrevista y por tus palabras, muchas gracias.
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