
Panorama AI powered news / Pepe Contreras
La campaña de frutos rojos (fresas, frambuesas, arándanos y moras) en Huelva para 2024/2025 está en pleno desarrollo. Según datos recientes, más de 8,000 trabajadores contratados en origen, principalmente de Marruecos, Honduras, Ecuador y Colombia, ya estaban en la provincia a principios de marzo de 2025, con una previsión de alcanzar casi 20,000 temporeros entre marzo y abril.
Aproximadamente 11,500 son trabajadoras marroquíes con autorizaciones de residencia y trabajo por cuatro años (vigentes hasta 2027), que comenzaron a llegar desde enero. Este año, la superficie cultivada se mantiene estable, con más de 11,000 hectáreas dedicadas a estos cultivos, lo que refleja la importancia de Huelva como líder en la producción de frutos rojos en Europa.
Impacto económico
El negocio de los frutos rojos en Huelva es un pilar económico clave. En la campaña anterior (2023/2024), se produjeron unas 346,250 toneladas de frutos rojos, generando una facturación aproximada de 1,163 millones de euros.
Para 2025, se espera un crecimiento moderado debido a la demanda sostenida en mercados europeos, especialmente Alemania y Reino Unido. Este sector emplea a unas 100,000 personas durante la temporada alta, de las cuales un porcentaje significativo son migrantes. Sin embargo, las ganancias millonarias contrastan con las condiciones precarias de muchos trabajadores, lo que pone en cuestión la sostenibilidad social de este modelo productivo.
Contexto y magnitud
La explotación laboral en Huelva no es un caso aislado, sino un problema estructural. El sector de los frutos rojos genera más de 1,163 millones de euros anuales, pero los beneficios se concentran en grandes empresas mientras muchos trabajadores, legales y esenciales, viven en condiciones indignas. Las tormentas de 2025 han visibilizado aún más esta crisis, al destruir los pocos refugios que tenían, dejando en evidencia la falta de responsabilidad de empresas y administraciones.

PANORAMA, AI podcast del Sur de Europa, ha reunido los principales datos en un análisis detallado sobre la explotación laboral de una parte de los trabajadores agrícolas migrantes en la campaña de frutos rojos en Huelva, basado en información actualizada y contextualizada hasta marzo de 2025.La AI se ha centrado en aspectos específicos que caracterizan esta problemática, como salarios, jornadas, condiciones de trabajo, vivienda y vulneraciones legales.
Análisis laboral en Huelva
1. Salarios insuficientes o impagos
- Realidad: Aunque muchos trabajadores llegan con contratos en origen (legalmente autorizados), los salarios reales no siempre cumplen con lo estipulado. El salario mínimo interprofesional en España para 2025 se estima en unos 1,134 euros mensuales (14 pagas, según proyecciones de incremento), pero numerosos temporeros denuncian cobrar entre 4 y 6 euros por hora, a menudo por debajo del convenio colectivo del campo en Huelva (que establece unos 8 euros/hora en 2024, con ajustes previstos para 2025).
- Abuso: Hay casos documentados de impagos de horas extras, deducciones injustificadas (por alojamiento o transporte) y retrasos en los pagos. Organizaciones como CCOO y UGT han reportado que algunos empresarios pagan «por destajo» (por kilos recolectados), lo que reduce ingresos en días de menor producción, dejando a trabajadores con menos de 30 euros diarios tras jornadas agotadoras.
2. Jornadas extenuantes
- Realidad: Las jornadas suelen superar las 8 horas legales, alcanzando 10 o 12 horas bajo invernaderos de plástico, con temperaturas que pueden llegar a 40-50°C en primavera. Los descansos son escasos o inexistentes, y la presión por cumplir cuotas de recolección es constante.
- Abuso: La falta de supervisión efectiva permite que se vulneren los límites legales. Informes de la Inspección de Trabajo entre 2020 y 2023 identificaron más de 300 infracciones relacionadas con exceso de horas en Huelva, afectando a miles de trabajadores. En 2025, las tormentas recientes han complicado aún más las condiciones, forzando a algunos a trabajar en terrenos embarrados sin equipos adecuados.
3. Condiciones de trabajo insalubres
- Realidad: Los invernaderos carecen de ventilación adecuada, y los trabajadores están expuestos a pesticidas sin protección suficiente (guantes, mascarillas o ropa específica). Esto provoca problemas de salud como dermatitis, infecciones respiratorias y deshidratación.
- Abuso: Las empresas rara vez proporcionan agua potable o baños en los campos, obligando a los temporeros a improvisar. ONG como Médicos del Mundo han denunciado que estas condiciones violan normativas de prevención de riesgos laborales, pero las sanciones no disuaden a los infractores.
4. Vivienda precaria y vulnerabilidad
- Realidad: Aunque los contratos en origen prometen alojamiento, muchas empresas no lo cumplen, dejando a los trabajadores en asentamientos chabolistas construidos con madera, plásticos y cartones. Estos lugares carecen de agua corriente, electricidad o saneamiento, y las tormentas de marzo de 2025 han destruido cientos de estas estructuras, agravando la situación.
- Abuso: La Ley de Extranjería obliga a los empleadores a garantizar «alojamiento digno», pero en la práctica, se delega esta responsabilidad a los propios trabajadores, quienes no tienen recursos para mejorar su situación. En 2024, el Defensor del Pueblo Andaluz documentó que al menos 5,000 personas vivían en estas condiciones en Huelva, un número que no ha disminuido en 2025.
5. Vulneraciones legales y falta de protección
- Realidad: A pesar de ser trabajadores legales, muchos no reciben copias de sus contratos, lo que dificulta denunciar abusos. Además, el miedo a perder el empleo o la renovación de permisos (especialmente para las trabajadoras marroquíes con contratos plurianuales) silencia las quejas.
- Abuso: La Inspección de Trabajo ha sancionado a empresas por no afiliar a temporeros a la Seguridad Social o por contratarlos sin formalizar su situación, pero la lentitud burocrática y la falta de recursos limitan la fiscalización. En 2023, se detectaron 15,220 trabajadores afectados por irregularidades, y las multas (7.29 millones de euros) no han cambiado el panorama en 2025.
6. Discriminación y acoso
- Realidad: Las trabajadoras migrantes, que representan más del 50% de la fuerza laboral en frutos rojos, enfrentan acoso sexual y discriminación.
- Abuso: La vulnerabilidad de estas mujeres, muchas de ellas madres solteras que dejaron a sus hijos en sus países de origen, es explotada por empleadores que saben que no denunciarán por temor a represalias.
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