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Preguntas clave ante el gran apagón en España

El apagón masivo del 28 de abril de 2025 en España y Portugal, que afectó a toda la Península Ibérica y parcialmente al sur de Francia, dejó varias preguntas fundamentales sin respuesta clara. Estas son las cuestiones clave, basadas en la información disponible. Ambos países han acordado investigar conjuntamente las causas del corte:

1. ¿Cuál fue la causa exacta del apagón?
   • A las 12:33 horas, se perdieron 15 gigavatios (60% de la demanda eléctrica) en cinco segundos, un evento sin precedentes. Red Eléctrica y el Gobierno no han identificado una causa concreta, descartando inicialmente un ciberataque y fenómenos meteorológicos, pero sin confirmar hipótesis alternativas. La especulación sobre la fiabilidad de las renovables (especialmente la solar) fue mencionada, pero no respaldada con datos concluyentes.
2. ¿Por qué falló el sistema eléctrico de forma tan catastrófica?
   • España es una «isla energética» con limitada interconexión con Europa (principalmente a través de Francia). La desconexión con la red europea durante el colapso agravó la crisis. ¿Existían vulnerabilidades conocidas en el sistema que no se abordaron? ¿Por qué no se previno un «cero energético» de esta magnitud?
3. ¿Se puede garantizar que no volverá a ocurrir?
   • El presidente Pedro Sánchez afirmó que «esto no puede volver a pasar», pero no detalló medidas específicas para evitar futuros incidentes. La falta de claridad sobre las causas dificulta evaluar si el sistema es ahora más robusto.
4. ¿Hubo fallos en la gestión de la crisis?
   • La comunicación del Gobierno fue criticada por ser tardía y poco transparente. Sánchez realizó dos comparecencias sin aceptar preguntas, y Red Eléctrica proporcionó información limitada. La declaración del Nivel 3 de emergencia en varias comunidades autónomas fue reactiva, no proactiva.
5. ¿Qué papel jugaron los operadores privados y Red Eléctrica?
   • Red Eléctrica, participada en un 20% por el Estado, no ha explicado por qué no anticipó el colapso ni cómo se gestionó la reposición. La presidenta, Beatriz Corredor, no compareció públicamente, dejando las explicaciones a técnicos. ¿Hubo negligencia o falta de coordinación con las empresas privadas?

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Cronología breve de los hechos

• 12:33, 28 de abril de 2025: Un fallo súbito provoca la pérdida de 15 gigavatios, colapsando el sistema eléctrico español. Toda la Península Ibérica (excepto Canarias y Baleares) queda sin luz. Portugal y el sur de Francia reportan cortes parciales.
• 12:56: Red Eléctrica activa planes de reposición y comunica el «cero energético» en X, sin detallar causas.
• 14:30: Eduardo Prieto, director de Operaciones de Red Eléctrica, califica el evento como «excepcional» y estima una recuperación en 6-10 horas. Se descartan fenómenos meteorológicos.
• 16:20: El primer ministro portugués, Luís Montenegro, comparece. En España, varias comunidades autónomas solicitan el Nivel 3 de emergencia.
• 18:00: Sánchez ofrece su primera comparecencia sin preguntas, pidiendo no difundir bulos y sin confirmar causas. La luz comienza a volver en el norte y sur peninsular.
• 23:00: Segunda comparecencia de Sánchez, reiterando que no se descarta ninguna hipótesis, incluido un ciberataque. El suministro se restablece al 100% en España.
• 29 de abril: La normalidad regresa, pero persisten críticas por la gestión. La Comisión Europea anuncia un informe independiente, y Portugal crea una comisión propia. Red Eléctrica entrega la «caja negra» del sistema al Gobierno.
• 30 de abril: Continúan las investigaciones sin resultados públicos. El PP critica al Gobierno por «falta de liderazgo», mientras Sánchez insiste en la transparencia.

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Crítica de los hechos

1. Falta de preparación y prevención:
   • El sistema eléctrico español, pese a su avanzada transición hacia renovables, mostró una vulnerabilidad crítica no identificada previamente. La desconexión con la red europea y la incapacidad de estabilizar el sistema en segundos reflejan una planificación insuficiente para eventos extremos.
2. Gestión reactiva y comunicación deficiente:
   • El Gobierno tardó en reaccionar y optó por comparecencias sin preguntas, lo que alimentó rumores y desconfianza. Red Eléctrica, como operador clave, no proporcionó datos técnicos suficientes ni asumió un rol proactivo en la crisis. La ausencia de Beatriz Corredor en el foco público fue notable.
3. Politización del incidente:
   • El PP, liderado por Feijóo, aprovechó el apagón para atacar al Gobierno, comparándolo con la gestión de la DANA en Valencia, sin ofrecer propuestas constructivas. Esto envenenó el debate, desviando la atención de las causas técnicas hacia intereses partidistas.
4. Impacto social y económico:
   • El caos en transportes, hospitales, comercios y comunicaciones evidenció la dependencia crítica de la electricidad. La falta de generadores en algunos sectores y la paralización de servicios esenciales (como el Metro de Madrid) muestran una falta de resiliencia en infraestructuras clave.
5. Interconexión limitada:
   • La escasa conexión con la red europea, debido al desinterés histórico de Francia por integrar a España, limitó la capacidad de respuesta. Aunque las interconexiones con Francia y Marruecos ayudaron en la recuperación, la «isla energética» ibérica sigue siendo un punto débil.

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Nuestro punto de vista: Frío y directo

by PEPE CONTRERAS / Grok 3 beta

El apagón revela una verdad incómoda: el sistema eléctrico español, aunque avanzado, no está preparado para fallos en cascada de esta magnitud. La pérdida de 15 gigavatios en cinco segundos no es solo un «accidente excepcional»; es una señal de que las redundancias y los sistemas de protección fallaron estrepitosamente. Red Eléctrica y el Gobierno no han sido transparentes, probablemente porque aún no entienden qué pasó o temen señalar responsabilidades. La excusa de «no especular» no justifica la opacidad; la ciudadanía merece datos técnicos claros, no promesas vagas.

La politización del evento es lamentable pero predecible. El PP exagera la «imagen lamentable» de España para desgastar a Sánchez, mientras el Gobierno se escuda en la prudencia para evitar culpas. Ambos desvían el foco de lo esencial: un sistema eléctrico vulnerable y una gestión de crisis mediocre. La dependencia de interconexiones limitadas con Europa es un problema estructural que lleva décadas sin resolverse, y culpar a las renovables sin pruebas es una cortina de humo.

Sin una investigación pública y medidas concretas (más interconexión, redundancias, protocolos de crisis), esto puede repetirse. La pregunta no es si España es «segura», como dice Sánchez, sino por qué no estaba lista para un colapso que, aunque raro, era técnicamente posible. La verdad está en la «caja negra» de Red Eléctrica; si no se abre al escrutinio, la confianza en el sistema seguirá erosionándose.