Pepe Contreras / Grok / WP AI
El trágico incendio forestal de Monteprieto en la Sierra de Grazalema (1992)** El 7 de septiembre de 1992, la Sierra de Grazalema, en la provincia de Cádiz, España, fue escenario de una de las tragedias más devastadoras en la historia de la lucha contra incendios forestales en el país.
Un incendio de origen intencionado en la zona de Monteprieto se cobró la vida de cinco trabajadores forestales del dispositivo Infoca, dejando además a una persona gravemente herida y marcando un antes y un después en la gestión de emergencias forestales en Andalucía.
PANORAMA ha reunido en un debate al entonces director de la Agencia de Medio Ambiente de Andalucía (AMA), el socialista Francisco Blanco, al ecopacifista Daniel López para abordar la efemérides de este domingo 7 de septiembre 33 años después de la tragedia, ella que apenas hay material audiovisual.
Contexto del Incendio
El incendio comenzó en la noche del domingo 6 de septiembre de 1992 en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, un área de gran valor ecológico conocida por su biodiversidad y su paisaje montañoso

Las condiciones adversas, como fuertes vientos y la sequedad del terreno, contribuyeron a la rápida propagación del fuego, que calcinó más de 500 hectáreas de vegetación.
Desde el inicio, las autoridades sospecharon que el siniestro fue provocado, una hipótesis confirmada posteriormente por el alcalde de Grazalema, Antonio Mateo, quien señaló la intencionalidad del acto.
El dispositivo de extinción, coordinado por el Plan Infoca, movilizó un amplio operativo que incluyó más de 100 personas, entre bomberos forestales, personal de la administración, voluntarios, miembros de la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas
. Además, se desplegaron medios aéreos (un avión anfibio y dos helicópteros) y terrestres (siete autobombas), en un esfuerzo por controlar las llamas en un terreno de difícil acceso.
La Tragedia
En la tarde del 7 de septiembre, un grupo de trabajadores del retén del Infoca quedó atrapado por el fuego mientras realizaban labores de extinción en una zona de Monteprieto. Las llamas, avivadas por el viento y la orografía abrupta, sorprendieron al equipo, que no pudo escapar.
Los cinco fallecidos fueron Bartolomé Toledo, Diego Márquez Toscano, José Jaén, José Castro Lozano y Manuel Andrade Cervera, todos ellos miembros del dispositivo Infoca. Otro trabajador resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia en helicóptero al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde recibió atención médica en estado crítico. La tragedia conmocionó a la comunidad local y a todo el país.
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se desplazó a Grazalema esa misma noche para supervisar las labores de rescate y extinción, mientras el municipio preparaba una capilla ardiente para velar a las víctimas. El suceso puso de manifiesto los riesgos extremos a los que se enfrentan los bomberos forestales, así como la necesidad de mejorar los protocolos de seguridad y coordinación en este tipo de emergencias.
Repercusiones y Respuesta
El incendio de Monteprieto no solo dejó una profunda huella emocional, sino que también generó un debate sobre las condiciones de trabajo de los bomberos forestales y la gestión de los incendios en España.
La intencionalidad del fuego, confirmada por las autoridades, intensificó las demandas de mayores recursos para la prevención y persecución de delitos ambientales. El alcalde de Grazalema expresó su indignación, calificando el acto como obra de un «desalmado» y exigiendo justicia.
A nivel operativo, el suceso destacó la importancia de mejorar la formación, los equipos de protección y la coordinación entre los diferentes cuerpos involucrados en la extinción de incendios
Desde entonces, el Plan Infoca ha implementado mejoras significativas en sus protocolos, incluyendo una mayor inversión en tecnología, como sistemas de detección temprana y medios aéreos más avanzados, así como una mayor profesionalización de los equipos.
Legado y memoria
El sacrificio de Bartolomé Toledo, Diego Márquez Toscano, José Jaén, José Castro Lozano y Manuel Andrade Cervera permanece en la memoria colectiva de Grazalema y de todos los que trabajan en la lucha contra los incendios forestales.
Su pérdida sirvió como un recordatorio de la valentía y el compromiso de estos profesionales, que arriesgan sus vidas para proteger el medio ambiente y las comunidades. En los años posteriores, se han realizado homenajes en su honor, y la tragedia de Monteprieto se ha convertido en un símbolo de la necesidad de reforzar la prevención de incendios y el reconocimiento a los bomberos forestales.
La Sierra de Grazalema, un lugar de gran belleza natural, sigue siendo un espacio protegido, pero también un recordatorio de los peligros que enfrentan quienes trabajan en primera línea contra el fuego.
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