Rippling vs Deel: El gran caso de espionaje empresarial en Europa

Pepe Contreras con la colaboración de NOVA /Grok/WP

En una disputa que podría marcar un precedente en la lucha contra el espionaje corporativo en Europa, las empresas Rippling y Deel se enfrentan en la corte irlandesa tras acusaciones de espionaje y robo de secretos comerciales.

La polémica empezó en marzo de 2025, cuando Rippling reveló que un gerente en Dublín había sido reclutado por Deel para filtrar información confidencial.

A lo largo de meses de investigaciones, testimonios y medidas de seguridad extremas, el caso ha generado un intenso debate sobre las prácticas empresariales y la protección de datos en un mercado cada vez más competitivo.

En este artículo, analizamos los hechos, los avances judiciales y el potencial impacto de esta batalla legal en el mundo empresarial.

En marzo de 2025, el escenario empresarial europeo se vio sacudido por una acusación que ha puesto en entredicho las prácticas de competencia y espionaje entre dos de las empresas líderes en soluciones de recursos humanos y gestión de nóminas: Rippling y Deel.

El origen del conflicto (marzo 2025)

Todo comenzó cuando Rippling presentó una demanda formal contra Deel ante la Alta Corte de Irlanda, acusando a la firma de espionaje corporativo. La compañía estadounidense Rippling denunció que Keith O’Brien, gerente de nóminas en su oficina de Dublín, actuó como un «topo» reclutado por Deel para robar información estratégica. Según las alegaciones, O’Brien habría utilizado una cuenta falsa para filtrar datos sensibles durante meses, incluyendo información de clientes, datos internos y estrategias comerciales.

Desarrollo del caso (marzo-abril 2025)

Las investigaciones internas de Rippling lograron detectar patrones sospechosos en las actividades de O’Brien. En un movimiento estratégico, la empresa tendió una trampa que culminó en la confesión del empleado en las audiencias judiciales. O’Brien admitió ante la corte que destruyó su teléfono bajo «duress completa» y alegó haber sufrido un «colapso nervioso». Para principios de abril, el caso ya dominaba las audiencias en la Alta Corte de Irlanda, que ordenó la entrega de evidencia, incluyendo teléfonos y dispositivos electrónicos.

Se reporta que Rippling contaba con un equipo de investigadores privados y expertos forenses digitales especializados en ciberseguridad, fortaleciendo su posición en el proceso. Además, la compañía había obtenido asesoría legal de alto nivel, incluyendo opiniones profesionales de figuras como el exjuez Frank Clarke, quien opinó sobre el estado mental de O’Brien, reforzando la gravedad de la acusación.

Avances y medidas de seguridad (abril-junio 2025)

En respuesta a los acontecimientos, Deel admitió que había contratado vigilancia discreta sobre O’Brien, aunque inicialmente no negó el espionaje. La situación se returnó aún más compleja cuando O’Brien comenzó a recibir protección 24/7 en su domicilio en el norte de Dublín debido a amenazas recibidas relacionadas con el caso.

Durante este período, la tensión legal escaló y Rippling reforzó su estrategia, consolidando pruebas y fortaleciendo su narrativa en la corte.

Estado actual del caso (agosto-octubre 2025)

El 29 de agosto, O’Brien tomó una decisión que afectó significativamente su posición: retiró su demanda contra los investigadores privados que lo vigilaban, debilitando así la credibilidad de sus alegatos y aumentando la presión sobre su defensa en el proceso judicial. Desde entonces, las actualizaciones públicas han sido escasas, pero el caso continúa en marcha en la corte comercial irlandesa, con posibles futuras apelaciones.

Mientras tanto, Rippling mantiene firme su acusación de robo de secretos comerciales, atribuyendo la vulneración a actividades de espionaje perpetradas por Deel, que en un giro de los acontecimientos, solo admitió errores en la vigilancia, pero negó haber organizado un espionaje sistemático.

El daño estimado por las pérdidas de datos es millonario, reflejándose en la gravedad de la acusación y en la potencial repercusión para ambas compañías en términos de reputación y de mercado.

¿Qué se espera ahora?

El caso sigue en desarrollo, y el desenlace podría sentar un precedente importante en la regulación y protección contra el espionaje empresarial en Europa. La resolución de esta disputa puede afectar no solo a Rippling y Deel, sino a la forma en que las grandes corporaciones manejan la confidencialidad y la seguridad en sus operaciones internacionales


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