Joan Carles March: la voz que no se rinde ante la grave crisis de la Sanidad en Andalucía

Panorama / Pepe Contreras / IA / Junta de Andalucia


Un escándalo que sacude al SAS

El colapso del programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía ha destapado una crisis que va mucho más allá de la gestión puntual. Para Joan Carles March, médico, profesor e investigador de larga trayectoria, lo ocurrido en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) es el síntoma de un modelo que ha abandonado su vocación pública.

“Esto no es un fallo técnico. Es el resultado de un modelo sanitario basado en la externalización y el desinterés por lo público”, sentencia March.

Durante semanas, asociaciones de pacientes como AMAMA Sevilla han denunciado retrasos de hasta un año en la comunicación de resultados de mamografías y citas diagnósticas. Miles de mujeres viven hoy atrapadas en un limbo sanitario que podría tener consecuencias fatales. Y lo más grave, asegura March, es que las autoridades “sabían lo que estaba ocurriendo y no hicieron nada”.


De la excelencia al colapso

El médico recuerda que Andalucía fue pionera en la creación de programas de detección precoz del cáncer de mama. “Desde 2005 existía un protocolo excelente, evaluado positivamente en todas las provincias. Funcionaba. Pero con el cambio político en 2018 se modificó el sistema informático, se privatizó parte de la gestión y se rompió la coordinación con la Escuela Andaluza de Salud Pública”, explica.

El resultado, dice, ha sido devastador: pérdida de información, desaparición de imágenes clínicas, suspensión de notificaciones y falta de radiólogos suficientes para atender la demanda. “Cuando se externaliza la gestión de algo tan sensible, se pierde el control. Y con ello, la confianza.”


Una crisis de modelo, no de coyuntura

March insiste en que la solución no pasa por “planes de choque” ni inversiones de emergencia, sino por un cambio estructural en la forma de entender la sanidad.

“No se arregla con dinero rápido, sino con un cambio de modelo. Si no se cuida la sanidad pública, se hunde”, advierte.

El problema, añade, es que la Junta de Andalucía ha dejado de publicar las listas de espera de pruebas diagnósticas, un gesto que para él revela una política de opacidad preocupante. “No saber cuántas personas esperan una prueba es como pilotar a ciegas un sistema sanitario.”


La calle vuelve a despertar

En un contexto en el que muchos pensaban que la ciudadanía había perdido la capacidad de movilizarse, las protestas recientes en defensa de la sanidad pública y por Palestina le devuelven la esperanza.

“La calle sigue siendo un espacio poderoso para exigir cambios. Cuando la gente se mueve, el cambio es posible.”

March no habla desde el resentimiento, sino desde la convicción de que la participación ciudadana es parte esencial de la salud pública. Su mensaje conecta con un sentimiento creciente entre profesionales y pacientes: el hartazgo ante la precarización y el abandono institucional.


El legado de un profesional con conciencia

Médico de formación, comunicador por vocación y profesor por convicción, Joan Carles March ha dedicado su carrera a fortalecer la sanidad pública andaluza desde la Escuela Andaluza de Salud Pública. Ha promovido la educación sanitaria, la investigación en salud comunitaria y la humanización de la atención.

Quienes lo conocen destacan su capacidad para combinar la evidencia científica con una visión profundamente ética. No busca titulares, pero sus palabras los generan por su claridad:

“Si la salud se convierte en negocio, lo que se pierde no son cifras, sino vidas.”


Una advertencia y una esperanza

El caso del cribado de cáncer de mama es, según March, solo “la punta del iceberg”. Los retrasos en las colonoscopias, la falta de personal y la saturación en atención primaria apuntan a un problema estructural. Pero también a una oportunidad: la de recuperar el espíritu de una sanidad que fue referente y hoy necesita ser reconstruida.

“Si no cuidas lo público, lo pierdes. Y lo peor es que, cuando lo pierdes, cuesta una generación recuperarlo.”

En sus palabras hay crítica, pero también un recordatorio: aún estamos a tiempo. Y mientras existan voces como la suya, la defensa de la sanidad pública seguirá teniendo quien la cuente.


Plan de acción de la Junta

El Consejo de Gobierno aprobará este miércoles dos planes de acción, uno para el cribado de cáncer de colon y otro para el cribado de cuello de útero, según ha anunciado el consejero de Salud y Consumo en funciones, Antonio Sanz. Son nuevas medidas que van a complementar el plan de choque puesto en marcha por la Junta de Andalucía para solventar los problemas en los protocolos de cribado de cáncer de mama, «un asunto que estamos abordando con el mayor rigor y seriedad», ha recordado Sanz.

El Gobierno andaluz transformó el cribado de colon en un cribado poblacional organizado y homogéneo para toda la población de 50 a 69 años. Actualmente, la aceptación ha pasado del 20% en 2020 al 42% en 2024 y la participación se ha incrementado del 39% en 2020 al 65% en 2024. Ahora, el Gobierno plantea medidas que van a permitir seguir mejorando, según ha incidido el consejero.

«Con este nuevo Plan de Acción se reforzarán los sistemas de información y trazabilidad, se incrementará el número de profesionales dedicados al programa, se impulsarán campañas de sensibilización ciudadana y se mejorará la coordinación entre niveles asistenciales y con las asociaciones de pacientes», ha detallado Sanz.

De la misma forma, el miércoles en el Consejo de Gobierno se presentará también un Plan de Acción para el cribado de cáncer de cuello uterino. En 2019 el Ministerio incluyó este cribado en la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Andalucía ha cumplido con los hitos marcados: iniciar el programa en 2024 y alcanzar una cobertura del 90% en 2029, ha explicado Antonio Sanz.

Para desplegar este cribado se definieron fases progresivas, comenzando por las mujeres de 25 a 29 años y de 60 a 65 años (entre julio de 2024 y octubre de 2025); para ampliar a mujeres de 25 a 34 y de 55 a 60 (entre noviembre de 2025 y enero de 2027) y así, de manera sucesiva hasta llegar en 2029 a todas las mujeres de 25 a 65 años. En octubre de 2025 los resultados en Andalucía son un 75% de cobertura de invitación (más de medio millón de personas), un 25% de aceptación y una participación efectiva del 83%.

Para hacerlo posible, se han hecho ajustes en hospitales clave: en el Virgen Macarena y Valme de Sevilla y en el Virgen de la Victoria de Málaga está prevista una reforma en Anatomía Patológica durante 2026, con una inversión de 600.000 euros.

Para culminar la implantación de este programa, se pondrá en marcha este nuevo Plan de Acción que reforzará la coordinación entre profesionales y la formación continua, la mejora de los sistemas de información, se desarrollarán campañas de sensibilización, se acometerán reformas estructurales en algunos de nuestros centros sanitarios en Andalucía y se incorporarán nuevos profesionales.

«El programa de detección precoz del cáncer de cuello de útero es una herramienta fundamental de prevención y en Andalucía ya está en marcha. Cumplimos con el calendario nacional y lo iniciamos en 2024, tal y como marcaba la ley», ha explicado Antonio Sanz, quien ha recordado que «en octubre cerraremos la primera fase y en noviembre arrancaremos la segunda, con el compromiso firme de alcanzar el porcentaje de cobertura recomendado en 2029».

Apuesta sin precedente por la detección precoz del cáncer

El Gobierno de Juanma Moreno ha hecho una apuesta sin precedentes por la detección precoz del cáncer y la atención a pacientes oncológicos. De hecho, se ha incrementado un 426% la inversión en equipos oncológicos. Entre 2014 y 2018, los gobiernos del PSOE invirtieron 29,9 millones de euros en estos equipos de detección y tratamiento. En el periodo 2019-2023 el Gobierno de Juanma Moreno destinó 157,4 millones de euros: cinco veces más. «Y con estos nuevos planes vamos a seguir apostando por la prevención y por los cribados» ha asegurado Sanz.

«El compromiso rotundo y nítido de este Gobierno con la sanidad pública en general, y con el cáncer en especial, se ha reflejado en todos y cada uno de los presupuestos que hemos aprobados desde 2019″, ha concluido el consejero de Salud y Consumo en funciones.  En este sentido, cabe destacar que se han destinado 15.247 millones de euros al sistema público de salud, casi un tercio del total del presupuesto regional, y un 55% más que en 2018. Además, se ha aumentado el gasto sanitario medio por andaluz (1.765 euros), superando por primera vez la media nacional (1.757 euros) desde que existen registros en el Ministerio, según ha recordado el consejero.


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