Aafra Abu Hadiy nació siete horas después del terremoto en Turquía, lo hizo en una localidad al noroeste de Siria llamada Jenderis. Fue la única superviviente de una familia en la que todos los miembros fallecieron al derrumbarse su edificio de cuatro plantas.

Los equipos de emergencia encontraron cerca los cadáveres de su padre, Abdalá Mleihan, su madre, Aafra, sus tres hermanas, su hermano y su tía. La semana pasada un grupo de cooperantes de la madrileña Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) , entre ellos Amer Hiazi y Julio Berzal, logró acceder a la zona dónde se produjo el encuentro con la bebé, que se encuentra en perfecto estado de salud y acompañada de su tío, el único familiar que le queda después del terrible drama.
En las imágenes que fueron difundidas por testigos del rescate se veía a un hombre que lleva entre los cascotes a un bebé desnudo, recubierto de polvo, con el cordón umbilical todavía colgando. las escenas dieron la vuelta al mundo y desde entonces no han parado las peticiones de adopción del bebé.
Un grupo de cooperantes de la asociación, con el apoyo de la compañía aérea Solidaire y Open Arms, llegaron a Turquía en un vuelo con más de 21 toneladas de ayuda humanitaria consistente en harina y material de electromedicina que fue repartido hospitales de esta zona de Siria, doblemente devastada por los efectos de la guerra y del terremoto a donde la ayuda humanitaria llega con cuentagotas.

Las familias que viven en un campamento del sur de Siria no pueden proporcionar una alimentación suficiente a sus hijos. (archivo)
Según relatan los dos cooperantes el encuentro fue muy especial por la enorme carga y significado que tiene el bebé, conocido popularmente como la niña milagro que ,cuando fue encontrada por los servicios de emergencia aún se encontraba unida a su madre por el cordón umbilical y salvó la vida gracias a los cuidados médicos inmediatos que recibió.
La pasada semana se cumplieron doce años del inicio del conflicto armado en Siria, desde entonces la población vive un sufrimiento inimaginable que incluye más de 300.000 muertes y una destrucción masiva que ha obligado al desplazamiento de 6,8 millones de personas dentro del país y de 6,6 millones más que han buscado refugio en otras naciones.
El terremoto del 6 de febrero pasado se sumó a esta devastación afectando a 8,8 millones de personas y hoy son 15,3 millones los sirios que precisan asistencia humanitaria según la ONU.
Además, millones de sirios están al borde de la supervivencia en medio del colapso de los servicios básicos, un brote de cólera en curso, el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía y la crisis económica.
Paralelamente la asociación, que pronto llegará a la cifra de 200 contenedores enviados con ayuda humanitaria desde distintos puntos de España directamente a esa zona de Siria visitó el enclave donde se construyen 45 casas de una aldea que se va a denominar Madrid por estar financiada por la Comunidad Autónoma madrileña, al igual que un colegio llamado Esperanza/Amal, que también cuenta con apoyo del Gobierno autónomo que preside Isabel Díaz Ayuso.
La AAPS es una asociación española no gubernamental para el desarrollo (ONGD) sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de desplazados en Siria. Fue constituida en 2011 al comienzo de la guerra, y desde entonces trabajan “para recuperar los derechos sociales y civiles de los colectivos más vulnerables y desprotegidos que ha provocado esta guerra, sensibilizando a la población española y de forma directa enviando contenedores de material humanitario al interior de Siria”.
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